Nuba cuenta a los niños, de una aldea, que más allá de las montañas del hielo se localiza el reino de la Emperatriz de los Etéreos donde los habitantes no les hace falta comer, ni beber, ni sentirse cansados...Pero, Bipa no cree en ello, pues piensa que si no comes te mueres. Vamos que la niña sólo cree en lo que ve y no fantasea con reinos que prometen una vida mejor. Claro, Nuba se siente ofendida porque su marido desapareció hace muchos años en busca de dicho reino y la dejó con su hijo, Aer. Bipa discute con él y están años sin hablarse.
Un día Aer le enseña, mirando al cielo nocturno, una estrella azul que sirve de guía para los Caminantes hacia el reino de la Emperatriz. Esa misma noche, Aer desaparece sin avisar a nadie y, tiempo después, aparece con una flor de cristal hecha por Gélida que se la enseña a Bipa. Y vuelve a desaparecer de nuevo (es un culo inquieto el niño este ¬¬). Entonces, Bipa decide ir en su busca y hacerle entender que ese reino imaginario no existe...
Mmm, la historia es muy original y me gustó muchísimo pero creo que el final fue muy precipitado. Digamos que quedaron algunos cabos sueltos.
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